
El secreto de la solterona
Un título así es muy hardcore. Demasiado. Más si estamos en el 2017. Y mucho más si faltan tres días para un 8 de marzo. Uf!
Lo genial de rodearse de libros antiguos es que consigues hacer constantes viajes en el tiempo. Como en este caso. Estábamos en plena selección de los títulos de mujeres que llevaríamos a los Retroencants Cervera Market de marzo, donde la mujer tendrá un papel destacado en las actividades literarias que hemos organizado con Albertí Editor, y allí estaba esperándonos “El secreto de la solterona”.
¿Hace cuánto tiempo que no leía y escuchaba la palabra ‘solterona’? Escalofríos, señores.
Nos pusimos a investigar y descubrimos que semejante obra es mérito de Eugenie Marlitt, escritora alemana casi desconocida en la actualidad, pero una verdadera ‘rompelistas’ de mediados del siglo XIX. Una máquina de bestsellers. Su obra, centrada en señoras de la aristocracia, fue catalogada como novela rosa por lo que era un infaltable en las mesillas de las damas de la época. Lo curioso es que, una lectura entre línea de sus historias, descubre una fuerte crítica a la opresión de las mujeres de su tiempo. Con inteligencia y clase entraba en las machistas casas de la época para ofrecerle a mujeres como ella historias de heroínas cotidianas sin que sus maridos o hermanos consiguieran censurarlas.
¿Existe hoy la literatura para mujeres? O más bien ¿Debería existir la literatura para mujeres? Tenemos nuestras dudas en relación a la discriminación positiva de las letras frente al género… Más que nada, que no pase que buenos títulos como el escrito por Cristina Campos se hagan invisibles a los hombres por una portada demasiado naif, tal y como explicó la autora en Cervera, Vila del Llibre. O que por ser libros en femenino se les aplique la conocida como ‘tasa rosa’, aquel impuesto no confesado ni regulado que hace que todas aquellas cosas comercializadas para mujeres incrementen ligeramente su precio.
Lo importante es que se lea. Que sea lea en voz y con ojos de mujer o de hombre por igual. Que estamos en 2017 a tres días del 8 de marzo. No nos olvidemos.